sábado, 31 de mayo de 2014

EL CARRO VOTIVO DE MÉRIDA
























Esta pieza de bronce es la pieza más emblemática de la Mérida prerromana. Los investigadores la datan en un periodo comprendido entre el siglo VI y el siglo III a.C.

Fue hallada en Mérida, pero existen divergencias en cuanto a cuanto a su procedencia concreta. Unos autores indican que se halló en una vivienda (a la que denominaban la Casa de Meleagro por el motivo de la pieza, que interpretaron como una representación de aquel mito griego) de ubicación desconocida y otros indican que apareció en una tumba de ubicación igualmente desconocida.



La pieza pasó por manos privadas hasta ser adquirida por el arqueólogo francés Robert Forrer, quien en 1930 la cedió al Estado francés. Hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Saint Germain-en-Laye en Francia.

Representa una escena de caza, realizada en bronce fundido a la cera perdida, con un jinete a caballo armado con una lanza, un perro y un jabalí. Estas figuras se sujetan con pernos a una plataforma con cuatro ruedas, de 29 x 10 cm. Seguramente tuvo un perro más, como apunta la existencia de dos agujeros en la plataforma. En su parte trasera cuelgan cinco campanillas y una sexta cuelga del labio inferior del caballo.

Sostiene el investigador Javier Jiménez Ávila que piezas como esta han dado pábulo a la existencia de antecedentes prerromanos en la fundación de Augusta Emerita en el años 25 a.C., pero ninguna de las excavaciones realizadas con posterioridad han permitido documentar ocupaciones de aquella época en el interior de la ciudad. Esta pieza respondería a una fase de la investigación arqueológica que este autor denomina "de anticuario" (frente a un posterior denominada "contextual"), comprendida entre la mitad del siglo XIX y la decada de los noventa del siglo XX, en la que se hayan objetos metálicos fechados en el primer milenio a. C., de gran valor intrínseco, conservados en museos y colecciones extranjeras por si interés anticuario o museografico, pero de las que se desconoce las circunstancias contextuaes de su hallazgo.




La mayor parte de los investigadores destacan su carácter votivo, con una función ritual o de culto.

Lecturas recomendadas:

Los carros votivos de Mérida y Almorchón, José María Blázquez, 1977.

Mérida Pre y Protohistórica, Javier Jiménez Ávila, 2010.

Fotografias: Plástica Extremeña, Fundación Caja de Badajoz y Museo Arqueológico Saint Germain-in-Laye.

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